Historia injusta para Colón

Xavier Cedeño G.

xavierced@yahoo.com

Luego de aquel 12 de octubre de 1492, cuando Cristóbal Colón, descubrió tierras aborígenes pensando que había llegado a las Indias Occidentales, este hecho quedó marcado gloriosamente para otros personajes que no jugaron un rol protagónico en aquella justa, como el italiano Américo Vespucio, del cual este continente lleva su nombre sin merecerlo puesto que Vespucio fue solo un simple discípulo y repetidor de los viajes y rutas ya creadas y no un navegador de vocación e inspiración como el Almirante.

A lo largo de estos 516 años, la historia mundial ha sido errónea, puesto que ni las anteriores y presentes generaciones se han preocupado de enfocar la verdadera dimensión de la travesía de Cristóbal Colón y solo se han esmerado en señalar la perdida de identidad de estas tierras, así como del encuentro de dos mundos y del saqueo permanente del oro para los Reyes de España que fueron objeto los pueblos aborígenes en aquella época.

¿Que Vespucio se interesara por el Nuevo Mundo? para aquello se entrevistó con Cristóbal Colón, el hecho es innegable. Pero la principal cuestión que se hacen los historiadores es el número de viajes que el florentino Américo hubiese realizado realmente. El nombre de Vespucio no figura en ninguna lista de tripulaciones y la única cosa que sabemos de sus viajes, la conocemos a graves de sus cartas dirigidas a personalidades de la época en Europa.

Como contraposición el 25 de Abril de 1507, una obra de 52 páginas fue publicada, en la cual aparecen los mapas de las tierras nuevamente descubiertas y los relatos de los 4 viajes de Vespucio. El nombre de Vespucio aparecía sobre la tapa de la obra como el descubridor del Nuevo Mundo. En el interior del libro, se decía que Américo había sido el primero en revelar estas tierras al mundo. Por aquella época un geógrafo Waldseemüller que grababa mapas menciona solo la cuarta parte de la tierra (hasta entonces sólo 3 continentes se conocían; América sería la cuarta) y agrega como proposición personal, "que podría llamársele en adelante tierras de Américus o América, ya que es Américus quien las ha descubierto".

En Ecuador es lamentable escuchar a estudiantes secundarios y universitarios que no saben ni les interesa lo que aconteció con el descubrimiento del continente que hoy se llama América; este conocimiento que lo leímos en la escuela y repasamos permanentemente nos da una pauta para determinar con claridad lo mal que anda nuestra educación en historia, geografía y todas las ciencias del saber humano.