Ser honestos y de principios
Xavier Cedeño G.
La deficiente formación educativa y familiar que ha recibido esta nueva generación, sumado a ello el entorno social, ha determinado que este ente solo piense en acaparar materialmente solo para “el”; y dejar a un lado los preceptos de solidaridad y del bien común.
Los grandes problemas de corrupción en Ecuador, de manera especial la costa, región donde siempre la endeble obra publica han sucumbido ante la furia y destrucción de la naturaleza, es un claro ejemplo de la forma como se han administrado los organismos seccionales, llamados a ser los protagonistas del progreso y bienestar de los pueblos.
Los mismos personajes que anteriormente ocuparon funciones y cargos públicos, despilfarraron fondos del Estado, ahora con nuevas elecciones, con rostros y poses narcisistas, pero con las mismas intenciones desean esos escaños sociales. Esto determina también que la deficiente formación educativa y familiar ha fallado en el aprendizaje de elementos idóneos para dictaminar avances y adelantos que requieren las sociedades.
La deficiente formación educativa y familiar también ha contribuido a que el hombre adopte falsas posturas de racionalidad, universidad y criterios respecto a los roces sociales con sus semejantes.
Lo cierto es que si hay personajes y elementos comunes honestos, sinceros, leales y de principios que mantienen posturas pedagógicas, de formación y de respeto al ciudadano, dispuesto a colaborar con el bien común.
Concienciar desde etapas pre escolares a los hombres es una alternativa, la opción la tienen los maestros; medios de comunicación también juegan un papel pero no estimulando a la población con mensajes aislados, la corrupción es un monstruo enquistado en todos los estratos de la sociedad, al momento no hay ninguna lucha que haya comenzado y la misma debe empezar ya.
muy bien profe lo admiro por su articulo
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