El sillón de Menéndez

Xavier Cedeño G.

xavierced@yahoo.com

Con mucha frecuencia y en términos de verborrea o palabrería, escuchamos decir y leemos de comunicadores, políticos, analistas, profesores, estudiantes, etc. la expresión EL SILLÒN DE PACHECO, al referirse a las acciones realizadas por la alcaldesa, o las personas que vayan a ocupar la primera magistratura municipal de Portoviejo, sobre todo en época de elecciones.

La historia de los pueblos celosamente impregnados en los libros a través de la tradición oral y escrita; nos permite conocer con veracidad los sucesos que han constituido una primicia en el adelanto y desarrollo del proceso histórico de la humanidad. Por lo tanto bajo estos preceptos podemos expresar con fundamento que el capitán español Francisco Pacheco, el 12 de marzo de 1535 fundó la ciudad de San Gregorio de Portoviejo; y no organizó ningún cabildo o ayuntamiento en la hasta entonces comunidad de indios pichotas, asentados en las riberas del hoy río Portoviejo.

Así mismo de acuerdo a los libros “La provincia de Manabí y sus cantones” y “La villa nueva de San Gregorio de Portoviejo”, de los historiadores Manuel Pólit Centeno y Rafael Cevallos Ponce, respectivamente, nos dan a conocer que el señor Don Antonio Menéndez, el 1 de enero de 1822, fue elegido como primer presidente del cabildo portovejense y no Francisco Pacheco, como erróneamente se lo quiere hacer conocer actualmente, constituyéndose este criterio tergiversado en un atentado contra la verdadera realidad histórica, cultural y filosófica de Portoviejo y Manabí.

La historia también nos dice que habiéndose declarado el 9 de octubre de 1820 la independencia de Guayaquil del yugo español, unidos todos los señores que habían compuesto el cabildo; y con el voto general del pueblo y tropas acuarteladas, nombraron bajo juramento al poeta José Joaquín de Olmedo como presidente de este organismo; y hoy los guayaquileños con justa razón expresan EL SILLÒN DE OLMEDO, en alusión al municipio de Guayaquil.

Tal parecería que la globalización y el modernismo han permitido que las presentes generaciones maduren sin conocer fechas cívicas e historiadores y personajes que hicieron trascendencia fidedigna; y que en antaño era común escuchar a nuestros padres hablar en familia o reuniones con amigos sobre tal o cual personaje de Portoviejo y Manabí.

Vale recordar entonces a los portovejenses y manabitas, que habiendo sido Don Antonio Menéndez en 1822, el primer presidente del cabildo de Portoviejo, para conocimiento de las presentes y futuras generaciones en acto de justicia y veracidad, su nombre debe rememorarse por lo menos con la expresión EL SILLÒN DE MENÈNDEZ